lunes, 17 de septiembre de 2007

Mesopotamia




La literatura sumeria comprende tres grandes temas, mitos, himnos y lamentaciones. Los mitos se componen de breves historias que tratan de perfilar la personalidad de los dioses mesopotámicos: Enlil, principal dios y progenitor de las divinidades meores; Inanna, diosa del amor y de la guerra o Enki, dios del agua dulce frecuentemente enfrentado a Ninhursag, diosa de las montañas. Los himnos son textos de alabanza a los dioses, reyes, ciudades o templos. Las lamentaciones relatan temas catastróficos como la destrucción de ciudades o templos y el abandono de los dioses resultante.
Algunas de estas historias es posible que se apoyasen en hechos históricos como guerras, inundaciones o la actividad constructora de un rey importante magnificados y distorsionados con el tiempo.
Una creación propia de la literatura sumeria fue un tipo de poemas dialogados basados en la oposición de conceptos contrarios. También los proverbios forman parte importante de los textos sumerios.

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El Primero De Los Escribas

Era muy natural para el faraón el quitarse sus aparatosas vestiduras para ponerse el modesto atuendo que caracterizaba la vestidura de los escribas.(Solo algunos faraones sabían leer y escribir) Tocado por la divinidad, el soberano no hacía más que tratar de imitar a un ilustre modelo: el dios Thot, creador de las lenguas y la escritura, escriba y visir de los dioses, autor de libros, especialmente de magia y el patrón de los escribas.

El Escriba Penatur

Pentaur es el nombre del escriba que narró la famosa batalla de Kadesh. Otra obra atribuída a él es La disputa de Sekenenre y Apopi, un texto recogido en el papiro Sallier I, una colección de documentos que es, probablemente, una narración del inicio de la guerra contra los invasores hicsos.
Sus Obras Literarias Fueron Las Siguientes:

La disputa de Sekenenre y Apopi

"Aconteció pues que la tierra de Egipto estaba en dura aflicción y que no había un Señor como rey de ese tiempo. Ocurrió que el soberano Sekenenre, era gobernante de la ciudad del Sur. Había, sin embargo, dura aflicción en la ciudad de los Asiáticos, estando el príncipe Apopi en Avaris. Todo el país le presentaba ofrendas trayéndole sus tributos…. El rey Apopi tomó para sí a Seth como único señor y no servía a ningún otro dios que hubiera en todo el país."

Poema de Pentaur

"Irguiéndose en toda su estatura, el rey viste la fiera armadura de combate y con su carro tirado de dos caballos lánzase en lo más recio de la contienda. ¡Estaba solo, muy solo, sin nadie junto a él!... Sus soldados y su séquito le miraban desde lejos, en tanto que atacaba y defendíase heroicamente. ¡Le rodeaban dos mil quinientos carros, cada uno con tres guerreros, todos apremiándose para cerrarle el paso! ¡Solo e intrépido, no le acompañaban ni príncipes, ni generales, ni soldados!..."